Esta es una actividad a la que jugaron nuestras abuel@s, nuestras madres y padres, nosotr@s y también jugarán nuestr@s hij@s. Y, ¿qué tiene este juego para que haya pasado de generación en generación? No requiere desembolsar dinero y se puede jugar en cualquier lugar. Sólo se trata de juntar las palmas de las manos mientras se canta una canción. Pueden jugar dos o más niños y han de chocar las palmas de diferentes formas: una hacia arriba y otra hacia abajo, en el medio o aplaudir.
En la calle 24
En la calle-lle
veinticuatro-tro
se ha cometido-do
un asesinato-to.
Una vieja-ja
mato un gato-to
con la punta-ta
del zapato-to.
Pobre vieja-ja
pobre gato-to
pobre punta-ta
del zapato-to
Chocolate
Choco, choco, la, la
choco, choco, te, te
choco, la, choco, te
¡cho-co-la-te!
Don Federico
Don Federico perdió su cartera,
para casarse con una costurera,
la costurera perdió su dedal,
para casarse con un general,
el general perdió su espada,
para casarse con una bella dama,
la bella dama perdió su abanico,
para casarse con don Federico,
Don Federico perdió su ojo
para casarse con un piojo,
el piojo perdió sus patas,
para casarse con una garrapata,
la garrapata perdió su cola,
para casarse con una pepsi-cola,
la pepsi-cola perdió su burbuja,
para casarse con una mala bruja,
la mala bruja perdió su gatito,
para casarse con Don Federico,
Don Federico le dijo: Que no
y la mala bruja se desmayó,
al día siguiente le dijo: Que si
y la mala bruja se puso a reír.
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